miércoles, 6 de agosto de 2008

¿A dónde me lleva la vida?

Así se llama una canción de La Renga, y creo que es la pregunta de todos.
Es tanto así, que es la pregunta que me hago cada día. ¿A dónde carajo me va a llevar mi vida hoy?
A veces, creo que tengo un caminito pavimentado y que no me voy a salir de sus rieles, pero pronto, la vida me plantea algo nuevo y tengo que salir pensando en qué mierda hacer.
Así es es que he cambiado de trabajos, he conocido gente nueva, comencé a hacer cosas, dejé de hacer otras...
Siempre tuve el teatro, la música y la escritura como pasatiempos, y cada uno fue realizado en el momento que quizá debía. Mientras cursaba la secundaria en Córdoba, me metí en cuanta obra de teatro se hacía. Poco a poco, lo fui dejando, para meterme en la música, cuando tenía mis 20 cumpliditos. Toqué en dos bandas, Bazofia! y Sacrilegio. Y para cuando pasé un buen tiempo en el sur, la escritura empezó a florecer.
¿Y hoy? Hoy puedo decir que intenté volver al teatro, y casi me cuesta mi noviazgo, y hoy estoy intentando vender mi bajo. Hoy, quiero dedicarme a ser escritor, y pensar en que quizá pueda publicar, aunque no vivir de esto.
¿Hoy? Hoy siento y me pasa todo esto, pero no faltará la pregunta en mi vida, mañana cuando despierte... ¿A dónde putas me llevará esta vida chota?

miércoles, 20 de febrero de 2008

Salí en los diarios

Nota del diario Tiempo Sur del día 19 de enero de 2008
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Nota del diario La Opinión del día 19 de enero de 2008
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Nota del diario Prensa Libre del día 24 de enero de 2008.
(haga click sobre la imágen para verla en tamaño ampliado).

lunes, 21 de enero de 2008

Nuevos Horizontes (la ciudad que no olvida ni te deja olvidar)

La vida siempre tiene mucho para dar, pero nunca sabemos dónde buscarlo. Yo tuve que viajar 40 horas en colectivo, recorrer 2800 kilómetros hasta la "Promise Land" para convertirme en un buscavidas, que sin verguenza, intenta ver y explorar nuevos horizontes.
Así es, que cuando llegué a la "Ciudad que no olvida ni te deja olvidar", le busqué la vuelta al asunto, para poder hacer lo que tanto quería y que en el centro de este gran país, nunca pude ni hubiera podido lograr: enseñar.
Nunca pensé que mi vida tendría el sentido que hoy tiene. Porque tengo tantos gustos, pero que no logro identificar si sirven como propósitos de una vida, que vivo hace dos décadas y dos años. Me gusta mucho escribir, leer, me gusta tocar la guitarra y componer temas que no serán escuchados, me gusta jugar al Age of Empires y ver películas como "Constantine", "Salem´s Lot", "The Day After Tomorrow", "Saw", "Identity", "The Butterfly Efect", y pensar que todo eso, ronda en mi cabeza incubando nuevas historias para escribir.
Y es así como mi corta vida de narrador de historias, encontró un ser que estructuró mi pasión, via de desahogo y terapia. Un tipazo, llamado Carlos Besoaín.
Hoy, gracias a él, puedo comentarles que di un taller de escritura creativa. Sí, yo. Enseñé temas como "¿Cómo reconocer si una idea es buena?", "Estructuración", "Perfil de Personajes" y otras cosas. Y el lunes 21 de enero, di otro.
Hoy, gracias a mi profesor de teatro Alejandro Vanegas (que andará metido en el traje de hule de Señor Banana), daré un taller de teatro, basado en la tele, mis propias ideas de improvización, mis clases de teatro, y en los capítulos de "Whose the line is it anyway".
Así es, Luis Eduardo Ferrarassi, alias el Locoluis, enseña a otros.
Y lo logré en la "ciudad que no olvida ni te deja olvidar"...