lunes, 21 de enero de 2008

Nuevos Horizontes (la ciudad que no olvida ni te deja olvidar)

La vida siempre tiene mucho para dar, pero nunca sabemos dónde buscarlo. Yo tuve que viajar 40 horas en colectivo, recorrer 2800 kilómetros hasta la "Promise Land" para convertirme en un buscavidas, que sin verguenza, intenta ver y explorar nuevos horizontes.
Así es, que cuando llegué a la "Ciudad que no olvida ni te deja olvidar", le busqué la vuelta al asunto, para poder hacer lo que tanto quería y que en el centro de este gran país, nunca pude ni hubiera podido lograr: enseñar.
Nunca pensé que mi vida tendría el sentido que hoy tiene. Porque tengo tantos gustos, pero que no logro identificar si sirven como propósitos de una vida, que vivo hace dos décadas y dos años. Me gusta mucho escribir, leer, me gusta tocar la guitarra y componer temas que no serán escuchados, me gusta jugar al Age of Empires y ver películas como "Constantine", "Salem´s Lot", "The Day After Tomorrow", "Saw", "Identity", "The Butterfly Efect", y pensar que todo eso, ronda en mi cabeza incubando nuevas historias para escribir.
Y es así como mi corta vida de narrador de historias, encontró un ser que estructuró mi pasión, via de desahogo y terapia. Un tipazo, llamado Carlos Besoaín.
Hoy, gracias a él, puedo comentarles que di un taller de escritura creativa. Sí, yo. Enseñé temas como "¿Cómo reconocer si una idea es buena?", "Estructuración", "Perfil de Personajes" y otras cosas. Y el lunes 21 de enero, di otro.
Hoy, gracias a mi profesor de teatro Alejandro Vanegas (que andará metido en el traje de hule de Señor Banana), daré un taller de teatro, basado en la tele, mis propias ideas de improvización, mis clases de teatro, y en los capítulos de "Whose the line is it anyway".
Así es, Luis Eduardo Ferrarassi, alias el Locoluis, enseña a otros.
Y lo logré en la "ciudad que no olvida ni te deja olvidar"...

No hay comentarios: